Jornadas de Reflexión

JORNADAS DE FORMACIÓN VALÓRICA: INSTANCIAS DE REFLEXIÓN Y FOMENTO DE UNA BUENA CONVIVENCIA ESCOLAR.

El año escolar está lleno de actividades: evaluaciones, trabajos, tareas, campeonatos, talleres extra programáticos, entre otros. La exigencia del liceo, junto con las distintas etapas de la vida de los alumnos, hace que los días pasen de forma vertiginosa. Es por ello que, durante el año, los cursos del liceo tienen un día especial para ellos, en el marco de las Jornadas de Formación Valórica, en las cuales, junto a sus profesores jefes y en un espacio fuera del establecimiento,  realizan actividades de reflexión y trabajan temáticas que mezclan la convivencia escolar y la formación espiritual.

Las jornadas tienen como objetivo central fortalecer aspectos relacionados a la Formación valórica de la persona, misión que se enmarca dentro de nuestro Proyecto Educativo, favoreciendo así el desarrollo no sólo del punto de vista académico, sino que también social y espiritual de todos nuestros estudiantes.

De acuerdo al nivel y a la etapa de la vida escolar y personal de los jóvenes, las actividades que se realizan tienen distintos enfoques: con los Primeros Medios se refuerza la construcción de comunidad como grupo-curso, partiendo desde el conocimiento de sí mismos y luego el conocer a otros. Para los Segundos Medios el objetivo se centra en la reafirmación, la cohesión grupal, el trabajo en equipo, y en fortalecer lo que se ha conseguido desde su ingreso al liceo.

En  Tercero Medio las jornadas apuntan a dar forma al proyecto de vida de cada uno, a través de la identificación y generación de recursos, iniciando la planificación de éste, buscando los medios que los alumnos necesitarán para lograr lo que se propongan. En tanto en Cuarto Medio el enfoque se centra en hacer un cierre de proceso, el cual se organiza como un regalo para los alumnos.

El Inspector General y encargado de convivencia del liceo, Marcos Flores, destaca que las jornadas permiten que “logren construir cursos unidos, con un buen ambiente, destacando el compañerismo que tienen y la preocupación por el otro. También rescatan la posibilidad de reflexionar sobre ellos mismos y, en el caso de los cuartos medios, sobre su paso por el liceo, el tomar conciencia del esfuerzo que realizan los apoderados por ellos y que en cada momento de sus vidas han estado presentes”.