PUBLICADO EL 28 Mayo, 2024
Este proyecto se realizó gracias a la colaboración de la ONG Luces Solitarias que Transforman, la empresa Cambar, en vinculación con la carrera de Diseño de Vestuario y Pastoral de la Sede de Viña del Mar.
Cerca de 20 vecinas de El Salto participaron en el taller de confección dictado por la carrera de Diseño de Vestuario de la Sede de Viña del Mar de Duoc UC. Durante un mes, asistieron a una clase semanal para confeccionar productos de decoración para el hogar.
“Queríamos ayudar a las vecinas que habían sido afectadas por el megaincendio de la ciudad con una instancia de recreación y que impactara a nivel social y familiar. El equipo de Extensión nos ayudó a contactarnos con ellas, nos reunimos para ver sus necesidades y en conjunto llegamos a la idea de realizar un taller de confección”, explicó Matías Faúndez, Coordinador de Misiones, Trabajo y Solidaridad.
Es así como la carrera de Diseño de Vestuario en la asignatura de “Gestión y producción con recursos locales” junto a la directora de carrera, Andrea Ávila y la docente Lorena Fuenzalida, planificaron el taller que contempló la creación de cojines, delantales estampados y organizadores para la cocina. Por su parte, la ONG Luces Solitarias que Transforman y la empresa Cambar, se sumaron a este proyecto con la donación de las telas para la confección de estos productos.
En cada clase, las vecinas trabajaron en un proyecto distinto junto a Pastoral y las estudiantes de la asignatura, quienes les enseñaron diversas técnicas de costura. “Muchas no tenían experiencia previa con una máquina de coser, aquí les enseñamos desde lo más básico, como enhebrar una aguja hasta utilizar una overlock. Este proyecto fue muy bonito porque dejamos una huella y estamos ayudándoles a poder replicar algo a futuro”, destacó la alumna, Javiera Ávila.
En tanto, Melissa Urrutia, una de las asistentes del taller, destacó que esta experiencia “fue muy gratificante y bonita. Las clases nos sirvieron para reconstruir algunas cosas que perdimos en el incendio. Todos fueron muy pacientes al enseñarnos”.
“En estas clases no solo aprendieron algunas técnicas de confección, sino también fue un espacio lleno de generosidad donde nuestras alumnas acogieron a las vecinas con mucha empatía y cariño para generar un ambiente propicio para aprender y llevarse, a la vez, un producto funcional textil para decorar sus nuevas casas. Fue tal el éxito que, las vecinas comenzaron un segundo taller de crochet que es dictado por las mismas estudiantes de la asignatura”, concluyó la directora de carrera, Andrea Ávila.
